¿Sabías que la maleza es una plaga potencial que causa más del 45% de pérdidas en el rendimiento de los cultivos de campo? Los programas de control de malezas en la explotación están diseñados para evitar su crecimiento, prevención, reducción y la erradicación de las malezas nocivas, mediante el empleo de diversas técnicas, entre estas el uso de un accesorio agrícola.

El éxito de la gestión de malezas requiere una identificación adecuada de las plantas, la selección de métodos de gestión eficaces y el seguimiento de los efectos a lo largo del tiempo. Entonces, ¿cuáles son los mejores métodos de control de malezas? En el siguiente artículo, te detallaremos cada uno de estos para que puedas escoger el más adecuado para tu campo.

 

¿Qué es el control de malezas?

El control de malezas es la prevención o gestión de las plantas no deseadas e invasoras. Al controlar eficazmente estas plantas no deseadas, hay menos competencia por el agua, los nutrientes y la luz para la vegetación beneficiosa y deseable.

De hecho, el control de malezas es vital para la agricultura porque las malas hierbas disminuyen el rendimiento, aumentan los costos de producción, interfieren en la cosecha y reducen la calidad del producto. Además, impiden el flujo de agua en el riego, interfieren con la aplicación de pesticidas y albergan organismos patógenos.

Por ese motivo, este control se ha convertido en una actividad altamente especializada. Diversas escuelas agrícolas imparten cursos sobre el control de malezas y la industria proporciona la tecnología necesaria. Y en la agricultura, es esencial para mantener unos niveles elevados de producción.

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Métodos de control de malezas

Las decisiones de gestión de las malas hierbas varían en función de los ciclos de vida de las plantas, el tamaño de la infestación, los parámetros medioambientales y los objetivos de gestión. Estos son los principales tipos de control de malezas que puedes aplicar en tu explotación.

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1. Control mecánico de malezas

El control mecánico de maleza consiste en métodos que matan o suprimen las malas hierbas a través de la interrupción física. Estos métodos incluyen el arrastre, la excavación, el disecado, el arado y la siega. El éxito de los distintos métodos de control mecánico depende del ciclo de vida de las especies de malezas.

Por tanto, el control mecánico implica el uso de implementos agrícolas, en lugar del uso de herbicidas rociados sobre los cultivos o las tierras. Para los agricultores ecológicos, aprender a utilizar esta opción es fundamental para su éxito en el campo. Las dos técnicas de control mecánico más utilizadas son el arado y la siega.

Este tipo de control de maleza es beneficioso, en especial, para los cultivos con hileras anchas, como el algodón, maíz, caña de azúcar, soja, etc. Esto se debe a que ahorra mucho tiempo, pues la operación mecánica entre hileras dura de cinco a diez veces menos que los otros métodos.

 

2. Control preventivo de malezas

El control preventivo de malezas se refiere a cualquier método que tenga como objetivo evitar que estas malas hierbas se establezcan en un cultivo, un pasto o un invernadero. La prevención es el aspecto más esencial, por lo que una vez que se establece una infestación de maleza, cualquier aumento de tamaño y densidad genera esfuerzos de gestión cada vez más costosos.

El conocimiento de las fuentes de semillas de malezas y la identificación de las plantas es una necesidad para este método. Los ejemplos de control preventivo son el uso de semillas certificadas libres de malas hierbas, el transporte de heno libre de estas, la limpieza de la maquinaria agrícola antes de trasladarla de un lugar a otro y el cribado del agua de riego para evitar que las semillas se desplacen por las acequias.

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3. Control químico de malezas

El control químico de malezas se refiere a cualquier técnica que implique la aplicación de un producto químico (herbicida) a las malas hierbas o al suelo para controlar la germinación o el crecimiento de estas. De hecho, existen numerosos herbicidas que proporcionan un control eficaz de las malezas y son selectivos para no dañar los cultivos.

Junto con la aplicación del control de malezas con herbicidas, es necesario que el usuario sea responsable y cumpla con todos los requisitos de la etiqueta del producto en cuanto a la manipulación, uso y limpieza del herbicida. Tanto en el control integrado de plagas como de malezas, es importante que tengas en cuenta la información que viene en la etiqueta del producto químico.

Como ves, el control de malezas en frutales y otros cultivos mejora la conservación del suelo así como del agua, por lo que los ingresos por explotación aumentarán potencialmente. ¡Esperamos que hayas disfrutado de esta información!

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