No es posible deshacerse de todas las plagas de un campo, ya que controlar los niveles de estas en lugar de eliminarlas puede preservar el medio ambiente, proteger la salud de los seres humanos y los animales, así como mantener organismos beneficiosos como pájaros, abejas, insectos depredadores y otros polinizadores. Para lograrlo, es indispensable fertilizar tu zona de trabajo con un accesorio agrícola, como una fertilizadora.
Además, es fundamental emplear una estrategia de gestión a largo plazo, como el manejo integrado de plagas (MIP), el cual utiliza una combinación de tácticas para reducir las plagas a niveles tolerables con costos asequibles y un efecto mínimo sobre el medio ambiente. En el siguiente artículo, te contaremos todo acerca del plan que se emplea en este enfoque de control de plagas.
¿Qué es el manejo integrado de plagas?
El MIP es un enfoque eficaz y respetuoso con el medio ambiente de la gestión de plagas que se basa en una combinación de prácticas de sentido común. Los programas del MIP utilizan información actual y completa sobre los ciclos de vida de las plagas y su interacción con el medio ambiente.
Esta información, en combinación con los métodos de control de plagas disponibles, se utiliza para gestionar los daños causados por las plagas con los medios más económicos y con el menor riesgo posible para las personas, los bienes y el medio ambiente. Además, el enfoque MIP puede aplicarse tanto a entornos agrícolas como no agrícolas, como el hogar, el jardín y el lugar de trabajo.
El MIP aprovecha todas las opciones apropiadas de gestión de plagas, incluyendo el uso juicioso de plaguicidas. En cambio, la producción de alimentos orgánicos aplica muchos de los mismos conceptos que el MIP, pero prefiere limitar el uso de productos químicos sintéticos y, en su lugar, emplear los que se producen a partir de fuentes naturales.
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¿Cuál es el plan de manejo de plagas?
El MIP no es un método único de control de plagas, sino una serie de evaluaciones, decisiones y controles de gestión de plagas. Al practicar la estrategia MIP, los agricultores que son conscientes del potencial de infestación de plagas siguen un enfoque de cuatro pasos. Este es el plan de manejo integrado de plagas:
1. Establecer umbrales de acción
Antes de emprender cualquier acción de control de plagas, el MIP establece en primer lugar un umbral de acción, un punto en el que las poblaciones de plagas o las condiciones ambientales indican que deben tomarse medidas de control. La aparición de una sola plaga no siempre significa que sea necesario el control. El nivel en el que las plagas se convertirán en una amenaza económica es fundamental para orientar las futuras decisiones de manejo de plagas.
2. Vigilar e identificar las plagas
No todos los insectos, malas hierbas y otros organismos vivos requieren un control. Muchos organismos son inocuos, y algunos son incluso beneficiosos. Los programas de manejo integrado de plagas trabajan para vigilar e identificar las plagas con precisión, de modo que puedan tomarse las decisiones de control adecuadas junto con los umbrales de acción.
Esta vigilancia e identificación elimina la posibilidad de que se utilicen plaguicidas cuando no son realmente necesarios o de que se utilice el tipo de plaguicida equivocado. De esta forma, se está protegiendo a los insectos y organismos que enriquecen los nutrientes propios del suelo.
3. Prevención
Como primera línea de manejo de plagas, los programas MIP trabajan para gestionar el cultivo, el césped o el espacio interior para evitar que las plagas se conviertan en una amenaza. En un cultivo agrícola, esto puede significar el uso de métodos culturales, como la rotación entre diferentes cultivos, la selección de variedades resistentes a las plagas y la plantación de portainjertos libres de plagas.
Estos métodos de control pueden ser muy eficaces y rentables. Además, presentan poco o ningún riesgo para las personas o el medio ambiente. Por ende, es uno de los métodos más usados cuando se comienza con el cultivo de plantas.
4. Control
Una vez que el seguimiento, la identificación y los umbrales de acción indican que es necesario controlar la plaga y que los métodos preventivos ya no son eficaces o no están disponibles, los programas MIP evalúan el método de control adecuado tanto por su eficacia como por su riesgo.
En primer lugar, se eligen los controles de plagas más eficaces y menos arriesgados, incluidos los productos químicos altamente selectivos, como las feromonas para interrumpir el apareamiento de las plagas o el control mecánico, como el trampeo o el deshierbe.
Si el seguimiento, las identificaciones y los umbrales de acción indican que los controles menos arriesgados no funcionan, se emplearán otros métodos para el manejo integrado de plagas, como la pulverización selectiva de plaguicidas. Para ello, es indispensable contar con un tipo de implemento agrícola que sea capaz de esparcir el producto de forma homogénea.
Como ves, el manejo integrado de enfermedades en plantas, campos y cultivos puede ayudar a reducir los impactos adversos de las plagas en la salud humana, el medio ambiente, al tiempo que se gestionan las plagas de forma eficaz. ¡Esperamos que hayas disfrutado de esta información!
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